Durante la mitad de Agosto de 1936 se llevo acabo una contraofensiva por parte del ejercito sublevado sobre la localidad de Sarrion que desde el día 29 de Julio había sido tomado por las columnas milicianas que avanzaban desde Valencia y Castellón.
Teruel que aun pertenecía a las fuerzas sublevadas, estaba guarneciéndose para un ataque de las columnas milicianas que ya se encontraban en las localidades de Sarrion - Puebla de Valverde.
El coronel Civera que en esos momentos aun se encontraba en Teruel ordeno a la columna del comandante Virgilio Aguado y a la de Pérez del Hoyo que retuvieran a las fuerzas y las hicieran retroceder.
La columna Aguado estaba compuesta por 200 soldados de distintas armas y cuerpos, 150 voluntarios de Teruel, 250 guardias civiles y también disponían de una batería de artillería pesada y algunas ametralladoras, como medios materiales de armamento.
La otra columna la de Pérez del Hoyo que contaba con menos efectivos , marcho por la carretera de Teruel a Castellón , y la de Aguado por la de Teruel a Valencia.
Sobre el mismo tiempo ambas columnas dieron vista al enemigo y comenzaron los primeros combates a primeras horas de la mañana. El enemigo se situaba entre las vías de comunicación en donde se habían parapetado en unas trincheras recién construidas. Las columnas republicanas contaban con una mayor superioridad en efectivos y en armamento bélico.
En la columna Aguado iban como conocedores y practicantes del terreno, el ingeniero de Caminos don Cesar Luaces Cañedo, el sobreguarda forestal Atanasio Pérez Baeza, y el peón caminero Benito Tello Villanueva.
A mitad del día se unió al combate la columna Pérez del hoyo que acababa de combatir en Vallbona y ya sufría un importante desgaste, por la perdida de varios integrantes.
Sobre las tres de la tarde, los milicianos republicanos que habían resistido desde primeras horas de la mañana se encontraban en mucho mayor desgaste y con grandes bajas y perdidas de armamento.
Empezaron pues una retirada desordenada hacia la carretera de Mora de Rubielos.
Durante esta retirada los nacionales decidieron emprender una persecución tras ellos y a media mitad de camino apareció la Aviación republicana, compuesta de tres escuadrillas de bombardeo y varios aparatos ligeros provistos de ametralladoras. En ese preciso instante cuando ambas columnas sublevadas se encontraban juntas fueron blanco fácil para los aparatos que causaron cientos de bajas y dejaron a muy pocos efectivos.
En aquel critico instante las fuerzas republicanas que habían retrocedido fueron reforzadas por diferentes fuerzas que provenían de Valencia y Castellón y decidieron volver a seguir contratacando.
El comandante aguado, el ingeniero de caminos, el sobreguarda forestal y el peón caminero emprendieron una retirada y se atrincheraron en la casilla de este último situada a un kilómetro de Sarrion. Una vez se parapetaron en la casilla de peones resistieron haciendo centenares de bajas durante mas de tres cuartos de hora. Finalmente una pieza de artillería que se situaba cerca del pueblo hizo fuego directo sobre la casilla que estaban utilizando como fortín y la redujo a escombros y llamas tras una tremenda explosión. No hubo supervivientes, fallecieron todos.
El pueblo volvió a estar en manos republicanas y las columnas republicanas avanzaron junto a la “segunda columna”, y “la columna de hierro” hasta situarse a pocos Km de Teruel junto a Puerto Escandón.
Sobre Diciembre de 1938, en el cementerio de Sarrion, unas coronas de laurel y unas emotivas palabras hicieron recuerdo al comandante Aguado, al ingeniero Luaces y a los dos funcionarios civiles; que fallecieron resistiendo en aquel fortín de peones camineros.